Parcelas en Valladolid - compra, vende o alquila facilmente
Dónde comprar terrenos en Valladolid
Los terrenos más baratos de la provincia de Valladolid se encuentran en los municipios de Roales de Campos, con 1€/m²; Valladolid, con 4,20€/m²; Mojados, con 5€/m²; Corcos del Valle, con 7,50€/m²; y Tudela de Duero, con 7,80€/m². Este precio se debe a la gran cantidad de suelo rústico disponible en la provincia.
Su valor medio de terreno urbano en venta es uno de los más elevados de toda la comunidad autónoma, ya que cuenta con una de las densidades de población más elevadas. Los lugares con los solares urbanos más caros son: Medina del Campo, con 656€/m²; La Cistérniga, con 338€/m²; Olmedo, con 289€/m²; Villanubla, con 233€/m²; y Cabezón de Pisuerga, con 208€/m². Las parcelas urbanizables presentan unas cifras medias similares a la superficie urbana, ya que se encuentran, en su mayoría, en los principales municipios de la región.
Valor de suelo influenciado por la ubicación de la provincia y su cercanía con la Comunidad de Madrid
La provincia de Valladolid está situada en el tercio norte de España, justo en la parte central de Castilla y León. Tiene una superficie que supera las 800.000 hectáreas, lo que supone más del 8% del total de la comunidad autónoma. Su clima continental se caracteriza por su crudeza, el cual presenta temperaturas muy bajas en inviernos y veranos cortos. La agricultura sigue siendo la base de su economía, abasteciendo a gran parte del sector industrial y con cultivos predominantes a nivel nacional e internacional.
Geografía homogénea y de gran desarrollo agrícola
El paisaje vallisoletano, con más de 700.000 hectáreas de territorio rústico, se caracteriza por su relieve homogéneo, formado por amplias llanuras y escasas formaciones montañosas. Se trata de una provincia que sigue basando su economía en la explotación agrícola. Por ello, cuenta con más de 550.000 hectáreas destinadas a la agricultura, lo que supone más del 70% del total de Valladolid. Destaca el cultivo de cereales, especialmente la cebada y el trigo. Además, hay que hacer especial mención al viñedo, el cual abarca una amplia superficie y cuenta con varias denominaciones de origen. Otros cultivos que también tienen cierta relevancia son: el guisante, el maíz, la remolacha azucarera, la veza, la patata o la avena.
El terreno forestal ocupa más del 10% del total de la provincia, lo que se traduce en poco más de 100.000 hectáreas. Está dividido en monte maderable, monte leñoso y monte abierto. Los prados y pastizales tienen un menor protagonismo, respecto al resto de provincias. Y es que, ocupan una extensión muy reducida, que ocupa poco más del 3% del total del territorio vallisoletano.
Valladolid, epicentro del suelo urbano y urbanizable
Las superficies terrenales más extensas se localizan en los municipios de Valladolid, Laguna de Duero, Medina del Campo, Arroyo de la Encomienda y Tordesillas. La cercanía con la Comunidad de Madrid ha provocado que estas localidades estén en continuo crecimiento. Por ello, las parcelas residenciales tienen una gran extensión que supera las 2.000 hectáreas. En su totalidad, el suelo urbano abarca más de 14.000 hectáreas, mientras que el terreno urbanizable supera las 10.000 hectáreas.
Una industria poco diversificada
Su ubicación y su cercanía con la Comunidad de Madrid la han convertido en una provincia dinámica, que alberga el mayor desarrollo industrial de Castilla y León. Cuenta con una superficie que supera las 1.500 hectáreas, distribuidas en más de 40 polígonos industriales. Aun así, presenta un tejido industrial poco diversificado, donde destacan los sectores de la automoción, el agroalimentario, metalúrgico y farmacéutico.
Valladolid, dinamismo y continuo crecimiento
Es una de las provincias castellanoleonesas con más desarrollo agrícola. De hecho, la agricultura es una de las bases de su economía. Está muy influenciada por su ubicación y la cercanía con la capital de España, lo que ha derivado en valores medios de terreno más elevado. Sin embargo, está en continuo crecimiento y desarrollo a nivel industrial y residencial, por su situación en el mapa. En definitiva, es un lugar dinámico, con grandes oportunidades de inversión, tanto en el área urbana, urbanizable y no urbanizable.